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Fuente: elnuevodia.com | indicepr.com

Viví, estudié y trabajé en Puerto Rico por casi dos meses. Esta aventura inició por invitación de la Universidad de Puerto Rico en Carolina. A mediados de este año, mi universidad recibió a embajadores internacionales en representación de sus instituciones de educación superior, el Dr. Miguel Seguí Llinás Ph.D., de la Universitat des Illes Balears, y el Dr. Paul Rivera Alicea, decano de la Escuela de Administración de Hoteles y Restaurantes de la UPR-Carolina. Ambos fueron invitados por el Programa Hotelería y Turismo de la Universitaria Agustiniana.

La conferencia “Experiencias investigativas en turismo” fue el portal que atrajo a una docena de estudiantes colombianos a la isla de Puerto Rico, incluyéndome. El intercambio que se produjo marcó un punto importante en nuestras vidas. No solo ampliamos nuestro rango académico con los cursos especializados tomados en la escuela sobre turismo, administración de personal, finanzas, inglés conversacional, todo relacionado a la industria de la hospitalidad, el turismo y buen servicio. La máxima de este exquisito arrojo fue la  posibilidad de tener una experiencia internacional, precisamente, algo invaluable a la hora de especializarse en este campo del turismo.

El Hotel Gran Meliá Golf Resort, en Río Grande, nos acogió como centro del experimento, allí nos alojamos y realizamos toda la Práctica Profesional. Las vivencias en el hotel nos permitieron acercarnos a un entorno real. Luego nos abrazó Puerto Rico, conocer los atractivos, la cultura y la gastronomía, quedamos sorprendidos de lo increíble que es este lugar y la generosidad y bondad de las personas de la isla.

En el ámbito académico pudimos recibir orientación por profesionales, que nos enseñaron a trazarnos metas y a ser jóvenes competentes que trabajan para aportarle positivamente a la industria. Contamos con personas dispuestas a enseñarnos, todas llenas de carisma y, sobre todo, amor por esta maravillosa carrera.

Ahora, teniendo como consigna estas enseñanzas, regresamos a Colombia para trabajar y contribuir en el mejoramiento del sector y la academia hotelera y turística, resaltando el sentimiento de admiración y cariño que tenemos por Puerto Rico. La Isla del Encanto nos brindó esta experiencia y fue única. ¡Gracias Colombia, gracias Puerto Rico, por hacerla posible!