La historia de los orígenes de la Inteligencia Artificial (IA) se remonta a mitad del siglo XIX, cuando el matemático George Boole, infiere por primera vez la posibilidad de que el razonamiento lógico podría sistematizarse del mismo modo como se resuelve un sistema de ecuaciones. 

Sin embargo, solo hasta 1950 con el Test de Turing publicado en el ensayo Computing Machinery and Intelligence, el británico Alan Turing propone una prueba de comunicación verbal hombre - máquina que examina la capacidad de los aparatos de hacerse pasar por humanos. 

A partir de ese momento hasta la fecha, una serie de acontecimientos y avances desarrollados por la humanidad, han permitido que la tecnología haya ocupado un lugar predominante y protagónico en nuestras vidas. 

En los últimos meses, la creación del ChatGPT por parte de la empresa de investigación OpenAI, ha abierto el debate de la incidencia de la tecnología y en este caso particular de la IA, en el proceder y diario vivir de los humanos. 

¿Qué hace esta herramienta? Dentro de sus principales funcionalidades la aplicación genera textos, puede trabajar en la resolución de problemas, generación de contenido para chatbots, para redes sociales y para aplicaciones de productividad y análisis de datos. 

Para funcionar, GPT necesita ser “entrenado” en una gran cantidad de textos. Por ejemplo, el modelo GPT-3 fue entrenado en un conjunto de textos que incluyó más de 8 millones de documentos y más de 10 mil millones de palabras. A partir de esto, el modelo aprende a realizar tareas de procesamiento del lenguaje natural y a generar textos coherentes y bien escritos. Una vez el modelo está bien entrenado, se puede utilizar para realizar una amplia gama de tareas.

El conversatorio ¿Periodistas en la matrix?: inteligencia artificial, periodismo y robots, liderado por la Facultad de Arte, Comunicación y Cultura y encabezado por el programa académico de Comunicación Social, convocó a cuatro destacados invitados para hablar sobre el rol de la tecnología y si esta desplazaría al periodista en generación de contenido o si por el contrario podría ser un complemento significativo en la labor periodística.

William Andrés Rincón, columnista de El Nuevo Siglo (tecnología); María del Rosario Laverde, escritora y correctora de estilo de la Revista Cambio; Jhonatan Rojas, director revista digital Impacta MAG y Mauricio Alonso, profesor investigador en tecnología digital de la Uniagustiniana, debatieron sobre un tema que ha trascendido en el último tiempo.

• ¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrentan los periodistas al trabajar con la IA? 

Para el académico y profesor investigador Mauricio Alonso, la tecnología es gran aliada para el ejercicio periodístico “ya que apoya el manejo de la información. El aporte de la inteligencia artificial es con la tecnología. La inteligencia lingüística hace parte del periodista”, destacó.

Jhonatan Rojas, por su parte, resaltó la manera en que ha evolucionado la forma de comunicar y los medios en los que se informa, destacando un hecho de hace un par de décadas “la relación entre IBM y el Washington Post, por el aniversario de los primeros 10 años del escándalo ‘Watergate’, con la creación de una máquina que empezó a revolucionar el ejercicio periodístico; pasamos del periodismo primitivo impreso a lo digital”, enfatizó Rojas.

Entre tanto, María del Rosario Laverde, enfatiza el sentido humano que no tendrán las máquinas o la IA. “Hice la prueba, le pregunté al ChatGPT por un poeta chileno contemporáneo, el resultado que arrojó fue que mezcló los títulos de sus obras, no tiene sentimientos, le falta lo que tienen los periodistas. Existe la diferencia de un botón a la inteligencia humana”, mencionó

“Expertos realizaron tres pruebas, con tres textos diferentes realizados por humanos y por la tecnología, para ellos fue muy difícil identificar quién los había producido, incluso pensaron que había sido una persona, finalmente descubrieron que lo había hecho la herramienta tecnológica”, comentó Laverde.

Sobre este aspecto, William Rincón, puntualizó en dos aspectos que los periodistas poseen y que las máquinas carecen: el olfato y el enfoque. “A los robots no les da hambre, no les da frío, los robots no se enamoran, esa es su ventaja. Algo nos vamos inventar para adaptarnos y suplir esas tres desventajas. Siempre hemos logrado encontrar la forma de adaptarnos ante la llegada de la tecnología, salir triunfantes, siempre ganaremos contra las máquinas. La tecnología va a pasos a agigantados, tiene la capacidad de crear textos muy buenos y rápidos, nuestra ventaja es la humanización del periodista, nos permite ser la diferencia con la Inteligencia Artificial”. 

• ¿La IA pone en riesgo el trabajo de los periodistas?

Uno de los aspectos que más causa incertidumbre en los profesionales del periodismo, es qué tanto puede la tecnología ser beneficiosa para los medios de comunicación que hagan que estos sean reemplazados por la IA.

“Hasta qué punto debemos los periodistas dejar que la inteligencia artificial interfiera en nuestro trabajo. El periodista y la inteligencia artificial van a ir de la mano. Es independiente de cada medio de comunicación usarla. La usan por la inmediatez”, mencionó Rojas.

“Siempre habrá un periodista en una sala de redacción, la emocionalidad que le mete un periodista la herramienta la carece, la equivocación y el error. El redactor le mete el sentido humano. Es un muy buen complemento competitivo para llegar al público, dando herramientas para tener una mejor calidad de vida sin perder la impronta de cada medio”, señala Jhonatan Rojas, director de la Revista digital Impacta MAG.

• ¿Cuáles son los principios éticos de la inteligencia artificial en el periodismo automatizado?

Uno de los aspectos en el que se centra el debate es precisamente el alcance ético que tiene la IA en el periodismo. Los medios de comunicación han empezado a implementar este tipo de tecnología para la creación de contenido que pueda simplificar las maneras que esto se venía realizando.

Dos experiencias particulares, recuerda María del Rosario Laverde dentro de su experiencia en los medios de comunicación. La primera en Revista Semana como correctora de estilo del periodista Antonio Caballero, “él usaba la máquina de escribir, no le gustaba usar otro tipo de tecnología, esa relación me permitió llegar más a Antonio, conocerlo más como profesional, con sus métodos de investigación periodística a la forma antigua”, compartió con la audiencia.

En su actual rol en la Revista Cambio, uno de sus columnistas lo hace con el ChatGPT, como esqueleto, “particularmente no me gusta. Sí esa herramienta es usada de la forma correcta es beneficiosa, se puede convertir en un complemento para el periodista”, resaltó. 

Entre tanto, Jhonatan Rojas, considera que la implementación siempre tendrá un beneficio para el medio, pues algunos le apuestan a la tecnología y reducen a los periodistas, ahorrando gastos.

“La inteligencia dice lo que tiene que decir cuando se programa mediante instrucciones. El dueño de una compañía de medios de comunicación va a sacrificar la imparcialidad al humano por algo que hace la herramienta. Facebook, Google son los ‘señores feudales digitales. Utilizan lo que nosotros hacemos, ellos obtienen las ganancias, nosotros solo el derecho de estar ahí figurando en un ejercicio digital”, comentó Rojas.

Finalmente, William Rincón, fue contundente en señalar que debe eliminarse el intermediario “el problema más grave de los medios es la distribución del contenido. Llevamos 30 años regalando el contenido a Google, Facebook, etc… La gran amenaza de los medios de comunicación es el intermediario”, puntualizó. 

“Estamos en una era de las ‘fakes news’, ¿quién controla la revisión de lo que se investiga?, la parte ética la determina el periodista con la investigación, sabiendo qué es verdad y qué no”, concluyó. 

El debate está abierto, si la IA es una amenaza en el ejercicio periodístico o si por el contrario es un complemento ideal para realizar contenido que enaltezca aún más la profesión, teniendo como prioridad la importancia de que no existe un periodismo innovador sin que este sea ético.
 

    >> Con información de: Atria Innovation y National Geographic España