Por estos días es normal encontrar decenas de influenciadores en redes sociales recomendando, sin ninguna formación médica o nutricional, sus rutinas alimenticias y de ejercicios a millones de seguidores en todo el mundo. En la mayoría de los casos promocionan productos mágicos o milagrosos para bajar de peso y su audiencia suele consumirlos sin meditar qué hay detrás.
En el Día Mundial de la Obesidad, desde la Uniagustiniana explicamos de qué se trata esta enfermedad, cuál es el panorama actual en Colombia, cuáles son sus causas, consecuencias y cómo enfrentarla, basados en información suministrada por la Organización Mundial de la Salud, OMS.
Datos y cifras
¿Qué es?
Según la OMS, el sobrepeso y la obesidad se definen como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la estatura, que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por su estatura en metros cuadrados (kg/m2)”.
En adultos, si el IMC es igual o superior a 25 se puede hablar de sobrepeso y cuando es igual o superior a 30 es obesidad.
¿A qué se debe?
La principal causa está relacionada con un desequilibrio energético entre las calorías que se consumen y las que se gastan. Con los años, las personas están aumentando su ingesta de alimentos de alto contenido calórico y ricos en grasa y han disminuido la actividad física, una situación que incrementó con la pandemia.
¿Cuáles son las consecuencias?
Un índice de masa corporal elevado es un factor de riesgo para:
¿Cómo enfrentar la enfermedad?
Según la OMS, en materia individual puedes “limitar la ingesta procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares; aumentar el consumo de frutas y verduras, así como legumbres, cereales integrales y frutos secos; y realizar una actividad física periódica de 60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos”.
El Ministerio de Salud colombiano recomienda consumir alimentos locales, evitando los procesados, disminuyendo las preparaciones fritas o demasiado azucaradas y saladas, dándole prioridad a las recetas cocidas, asadas o al vapor. Además, sugieren la lectura de las etiquetas nutricionales de los productos en el supermercado para elegir los alimentos con menor contenido de sodio, grasas saturadas y azúcares añadidos, dejando claro que no se debe premiar a los niños con dulces o golosinas.
Todo esto, según explican los expertos, solo es posible en el plano social, si se garantiza desde el Estado y la industria alimentaria la ejecución de políticas públicas basadas en pruebas científicas que permitan el acceso a opciones más saludables, sobre todo para las personas más pobres.